domingo, 27 de mayo de 2012

Un Ryder es el nuevo "capo" del Giro de Italia

En el año 2008 el ex-ciclista Jonathan Vaugthers conformaba el equipo Slipstream Chipotle y fue al Giro de Italia con un sueño, ganar la primera fracción, una contrarreloj por equipos, con un grupo de corredores norteamericanos que anhelaban colocarse en lo más alto del podio, con ese nuevo intento de escuadra profesional y el sueño se cumplió, ganó la crono por equipos y el primer líder fue Cristhian Vandevelde, y uno de los que lo acompañó en el podio fue Ryder Hesjedal.

Hoy 5 años después la ambición y los sueños han crecido bastante, ese mismo "Rider" que traduce corredor en español, ha obtenido un título más que merecido por esa ambición y por ese deseo de ir siempre adelante, el espigado corredor canadiense, nacido en Victoria, en la Columbia Británica, siempre estuvo buscando arrancar segundos en cada meta y en cada posibilidad que tuvo, fue líder en la séptima etapa gracias a la victoria de su equipo en la crono en Verona, perdió la camiseta en la décima etapa con su rival Joaquín Rodríguez, pero con la sapiencia de los hombres curtidos por el sol sobre la bicicleta no desesperó, y esperó a la etapa de Cervinia, para atacar en el último ascenso y conseguir de nuevo la "maglia" rosa.

Las carreras de tres semanas tienen ese toque de siempre de suspenso, cada día que pasa, cada jornada que se lleva en las piernas, va agotando tanto física como mentalmente a los corredores, y al día siguiente el "Purito" volvía a colocar la balanza de su parte, utilizando la misma estrategia de Hesjedal atacando en los metros finales, dejando a Rabottini ganar la etapa y colocando de por medio 30 segundos.

Fue la etapa 19 con meta en Alpe de Pampeago, donde Hesjedal reduce la diferencia en 13 segundos y se queda a solo 17 segundos de un Rodríguez, que veía cómo solo le quedaba una opción de hacer diferencia en el mítico Mortirolo y el Passo dello Stelvio en la penúltima fracción, y donde "Purito" conseguía 14 segundos, que  lo dejaban con una diferencia escasa, solo 31 segundos para una crono individual de 28.2 kilómetros.

La fortaleza de Ryder dejó todo a su favor, consiguiendo el sexto puesto de la etapa que ganó el italiano Marco Pinotti y dejando en sus manos el helicoidal trofeo dorado, recibido frente al "duomo" de Milán y a un Joaquín Rodríguez segundo en la general y con la camiseta "Rossa" como premio de consolación, si se permite la expresión. Hoy un hombre nacido un 12 de septiembre de 1980 en Canadá, llega al primer cajón del podio de la "Corsa Rosa" y coloca al ciclismo norteamericano en lo más encumbrado de las carreteras italianas.

Foto © Giro de Italia








  









  

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