martes, 26 de julio de 2011

Un Tour de Contrastes


Empezando por el clima el Tour de Francia en su edición 98a ha sido un Tour de muchos contrastes, desde su Campeón el Australiano Cadel Evans quien le da su primera victoria a un país como Australia que tiene en Phil Anderson a su primer gran figura, Evans de 34 años (nunca se está viejo para ganar), que se hizo en el ciclo montañismo de donde dio el salto al Saeco en 2001.

Contraste el ver que el campeón solo porto la camiseta de líder luego de la crono final y en el paseo de la victoria camino de París, y que apenas ganó una etapa en la primera semana en el Muro de Bretaña, donde el colombiano Rigoberto Urán fue cuarto.

El contraste de los portadores de las camisetas de líder, Gilbert el mejor clasicomano de la temporada, Hushvod luego de la crono por equipos la mantuvo por 7 días, el sorprendente Voeckler quien la tomo en Saint Fluor y la dejo solo hasta Alpe D'Huez luego de 10 días, el efímero paso por Andy Schleck que solo la lucio en la crono de Grenoble y se la entregaba ese mismo día al Australiano.

Algo se si sorprendió mucho fue el clima, el tour acostumbrado al calor y a las etapas de más de 40 grados, tuvo en sus dos primeras semanas mucha agua, mucha lluvia y muchas caídas, este fue uno de los mayores contrastes el Tour de la eliminación, Kloeden, Vinoukurov, Van der Broek, Wiggins, Brackovic, y hasta Contador que sin el retiro abordo, si debió pasar las duras y las maduras.

El contraste de la alegría a la tristeza de los Hermanos Schleck que luego de andy en su victoria del Galibier, debió resignar su opción al título y ser consolado por su hermano Frank en Grenoble, luego de un trabajo casi perfecto durante todo la carrera, y ser también segundo y tercero y subir al podio de París acompañando a Evans, que como siempre lució muy emocionado y con el llanto a flor de piel.

Fue también un contraste ver a Contador intentando en la montaña y esa misma que lo ha visto coronarse en el Giro de Italia, lo ha visto pasar factura en los alpes y perder no solo la opción del título sino además la etapa de Alpe D'Huez a manos del mejor joven de la carrera Pierre Rolland y de su compatriota Samuel Sánchez que solo en la última jornada montañosa se vestía de pepas rojas y llegaría así a París.

Para los colombianos el contraste de ver como mientras Rigoberto Urán con una gripa que casi se le convierte en bronquitis, perdía la camiseta blanca en el Galibier, su compatriota celebraba el liderato de esa misma clasificación en su compañero de equipo Tamarae.

Por parte de los equipos norteamericanos, el contraste de ver al equipo que en otrora trabajaba para el 7 veces campeón Lance Armstrong, el Radioshack, se le venía la noche y se quedaba sin opciones por culpa de las caídas y terminaba con un descolorido Levi Leipheimer a más de una hora del campeón, mientras que la fusión del antiguo Cervélo y el Garmin pudo tener ese equilibrio y ser desde la segunda etapa la crono el mejor equipo hasta subir al podio en los Campos Elíseos.

Y el mejor contraste fue ver nuevamente a Andy Riss el empresario Suizo, que se dio la pela de tener que acabar con su equipo Phonak y llevarse su estructura a Estados Unidos a correr con su empresa BMC y luego de esos aciagos días del Phonak, regresar a Europa conformar un gran equipo y llevarse un título del Tour con un gran campeón como Cadel Evans.

Por todo lo anterior el tour de la "locura"como se que quiso denominar a la carrera más importante del mundo, ha terminado llena de contrastes y esperamos ya su inicio en 2012.

Foto © Luis Barbosa


domingo, 17 de julio de 2011

Todos locos por el Tour


Ese es el mensaje que acompaña la edición 98 del Tour de Francia, y en parte debemos tener algo de locos al acompañar durante tres semanas, 198 corredores que toman la salida y seguir cada uno a su manera, además la participación de 27 naciones entre ellas Colombia que tiene en Leonardo Duque y Rigoberto Urán a sus dos únicos representantes.

El Tour se escribe rápido pero el viaje por su geografía es lento, son más de 3400 kilómetros y en ésta oportunidad va de occidente a oriente, partiendo en la región de la Vendé y que luego de 21 jornadas termina en los campos elíseos con el arco del triunfo como marco para los tres primeros del podio.

Es muy posible que ese toque de locura colectiva se vea a cada kilómetro del Tour, esos estoicos hombres, mujeres y niños que viajan entre una y seis horas o más, para colocarse en la ruta de la competencia y esperar por horas el paso de un grupo raudo y que a veces, muchas veces no tiene siquiera una mirada de agradecimiento.

Pero ad portas de las jornadas montañosas de los Alpes el tour vivirá todo lo que los “locos” por el ciclismo y en esos me incluyo, quiere expresar: apoyar a rabiar uno a uno los corredores que arañan las cuestas francesas, gritan, se agitan, se empujan y entre todos llevan en una nube de pasión desaforada a cada corredor que sufre para llegar a la meta.

No en vano, podemos encontrar en la meta medios de comunicación de diferentes países y culturas, a veces lenguas tan variopintas que uno no sabe sí está en una carrera de ciclismo o en una reunión de la ONU, que llega a la TV de 167 países incluido Colombia, además las caras, los gestos, las emociones son diferentes, pero esa locura llamada ciclismo nos deja como al principio, unos niños corriendo tras el más bello artilugio que el hombre ha podido construir.

Seguimos el ciclismo por pasión y sus protagonistas, como los gladiadores romanos han cambiado de escenario para poner ahora a la carretera como juez, que como ha sido en éstas 15 jornadas muy exigentes, para varios de los mejores corredores del mundo y claro con opción al título que ostenta el Español Alberto Contador.

El Tour entra en su parte definitoria y los “locos” por el tour seguimos la saga de estos hombres y sus hazañas, todo a punta de fuerza y de mucho tesón, sorteando todas las dificultades que coloca la carretera, el clima y sus rivales, para coronarse como los mejores en cada una de las modalidades que premia el Tour, entre ellas la del mejor joven que porta nuestro compatriota Rigoberto Urán.

Que viva el Tour y ésta hermosa locura llamada ciclismo.

Foto © Luis Barbosa