miércoles, 2 de junio de 2010

Balance del Giro de Italia

Terminó el domingo anterior en la enamorada Verona, la edición 93a del Giro de Italia una de las más emotivas de los últimos años, con un campeón que repite triunfo luego de su victoria en el 2006, Iván Basso Italiano del equipo Liquigas, que luego de pagar una sanción de dos años y un regreso con un quinto puesto en la "Corsa Rosa" dejo ver que las condiciones siempre estuvieron y que como otro, han pasado por ese dique seco, ha tenido la posibilidad de reflotar y demostrar que su primer título y su lucha con Armstrong en el Tour de Francia nunca fue casualidad.

Iván Basso sonaba como uno de los candidatos desde el inicio de la competencia, en la Ciudad de los canales, las bicicletas y los tulipanes, Ámsterdam, que dejó ver su mejor cara y una gran afición llena de alegría al tener la salida de una de la tres grandes del ciclismo mundial, (esperemos a ver cómo será la salida del Tour en Rotterdam).

La salida de Holanda dejaba a un Alexander Vinokurov como líder y con doce días de competencia sin descanso, que le daban ese toque de riesgo para quien osara mantener la camiseta rosada, hasta la llegada de las etapas de montaña.

Etapas con mucha lluvia y con barro dejaron ver que el Giro tenía un grupo de candidatos que se podía contar con los dedos de una mano, y que con un descuido del equipo Astaná en la jornada del A'quila, traía de regreso a tres pedalistas que al final se meterían en el top 10 de la general, Richie Porte, David Arroyo y su compatriota Carlos Sastre se vieron beneficiados con un grupo de 40 corredores que consiguieron una ventaja de más de 12 minutos, que al final fueron suficientes para que al final el talaverano Arroyo se quedará con el segundo cajón del podio y una semana de líder.

El Giro tiene ese encanto de ser la "festa" de todo un pueblo, que se vuelca a sus carreteras a vitorear a los grandes estoicos, que durante tres semanas pedalearon, sufrieron y lucharon por llevarse el enroscado trofeo dorado con el que se sueña desde muy joven el ciclista.

Iván Basso fue prudente y cauto, consiguió la etapa del Zoncolan y se puso muy cerca de la camiseta de líder y supo colocar todas sus basas en la jornada del Aprica y dar un golpe de mano con la ayuda de vicenzo Nibali y con un Michele Scarponi que se llevaba su triunfo parcial, y donde el español Arroyo nos hizo recordar que no está muerto quien pelea.

El Giro de Italia dejó en claro, que solo la experiencia es la que da la serenidad para afrontar una carrera con tantas dificultades, y que al final solo el que supo esperar a su momento adecuado, fue el que consiguió con su regularidad llevarse un título tan importante en su carrera.

Para finalizar hay que decir que los cinco corredores colombianos cumplieron con su trabajo, que aún que no es muy valorado por algunos comunicadores, habla por sí solo de su labor dentro de su equipo y que cuando lleguen a ser los líderes de sus equipos reciban también ese mismo apoyo que ahora brindan.

En un mes el Tour de Francia también tendrá su salida en Holanda y con un candidato único para muchos, Alberto Contador, se espera que sus rivales entre ellos Basso puedan colocar nuevamente la emoción a un deporte tan lleno de sufrimiento y agonía.

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